jueves, 24 de agosto de 2017

Ella me persigue

Desde pequeño le he tenido cierto, temor, a las jeringuillas. Un día, pedí cita al médico para que me hiciera un lavado de oído. Que tonto fuí, no debí haberlo dejado... lo vi venir y lo dejé...

El día de la cita, llegué a la consulta. Entré y me dijeron que me sentase en un banco que había y me dijo el médico que sujetase un recipiente de metal contra mi cuello debajo de la oreja. Fue y recogió algo, un objeto de metal con forma de jeringuilla. Una jeringuilla enorme!!
Tenía agua dentro la condenada, así que me puso la jeringuilla en la oreja y me echó el agua que salía a presión y me limpió el oído. Con el otro hizo lo mismo, y como estaba mareado con el primero, el segundo fue ya un remate.
Me senté en un sillón que había allí pero de pronto todo se volvió oscuro. Volvió la luz y vi una figura negra que se acercaba a mí. Llevaba una túnica negra y una capucha que le hacía una sombra sobre la cara, por lo que solo se le veía oscuridad en ella. Tenía el brazo extendido y la mano abierta como si quiesiera cogerme. Yo estaba muy asustado así que cerré el puño e intenté pegarle. De repente desperté y el médico estaba delante mía intentando cogerme del suelo. Casi le doy un puñetazo al médico, casi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario